Hablar de política, aunque sea con los amigos, se ha convertido una tarea harto difícil en estos días.
La mayoría de las personas te escucha (o te lee) intentando adivinar en cada una de tus palabras tu simpatía o animadversión por tal o cuál candidato, principalmente entre los representantes del PAN y el PRD. Que si el FOBAPROA , que si los hijos de Martha , que si Atenco , que si Bejarano , que si los priistas amarillo con negro , que si las chachalacas , que si la deuda del DF y una larga lista de etcéteras hacen que para muchos resulte imposible el concebir la realidad con todos sus matices y busquen acrecentar de inmediato su colección de héroes , villanos y ofensas.
Nosotros prometimos mirar "más allá" por lo que lejos de atorarnos en cuánta razón tienen los panistas sobre Bejarano o los perredistas sobre el FOBAPROA buscaremos determinar qué vuelve a una sociedad más proclive a polarizarse.
La primera pregunta es ¿qué se gana al jugar el juego de la polarización?. En primer lugar se gana tranquilidad. En efecto, aunque la idea parezca contradictoria, el pensar en términos de prohombres y archienemigos libera al ser humano de gran parte de la angustia existencial que de por sí lo acompaña , pero que se acentúa en situaciones de gran incertidumbre.
La sociedad mexicana se encuentra polarizada porque halla imposible responder a la pregunta "¿qué nos espera con el próximo presidente?" . Nadie lo sabemos , de hecho nadie nos garantiza que los candidatos actuales cumplan cabalmente sus promesas al momento de llegar a Los Pinos (o Palacio Nacional).¿Qué hace nuestra mente humana ante esta inseguridad? , la respuesta es muy sencilla : proyecta. ¿Y qué proyecta? por un lado sintetiza todos sus miedos y angustias y los asocia con una persona (o grupo de); por el otro reune sus más profundos anhelos y erige a alguien más como su defensor , así la cantidad infinita de variables que constituyen su realidad quedan reducidas a sólo dos: la victoria o derrota de su representante. Si él (o ella ) gana , entonces sus deseos se verán realizados , si no , todo lo que suceda será propiciado por la conjura de sus enemigos.
Y ¿cuáles son los miedos y anhelos más profundos de los mexicanos? para eso sólo basta ver la publicidad de los partidos políticos. Los pobres sueñan con tener oportunidades, con dejar de ser los
últimos en la escalinata social ("Por el bien de todos
PRIMERO los pobres"), pero también guardan dentro de sí cierto rencor por las afrentas que han sufrido por parte de los ricos, desean secretamente poder tomar venganza , aunque sea parcial. El anuncio del FOBAPROA del PRD representa a los ricos como hombres panzones que se ríen a carcajadas mientras un anciano con la piel pegada a los huesos mira a la cámara con una profunda tristeza. La rabia que produce esta sucesión de imágenes es la rabia de los desprotegidos.
La clase media (representada por Acción Nacional) tiene miedo de perder sus privilegios a manos de un presidente que pueda dirigir a las masas enfurecidas en su contra. Por eso Acción Nacional utilizó dos imágenes implacables. Por un lado a Hugo Chávez , quien es asociado con el discurso incendiario de la revolución bolivariana y la eterna lucha entre el "pueblo" y las "oligarquías", por el otro mostró imágenes de una turba de habitantes de Tláhuac (pobrísima comunidad en la capital de la república mexicana) linchando a dos policías federales. No pudieron ser más contundentes los spots. ¿Y cuáles son los deseos de la clase media mexicana? , la consigna del blanquiazul también es exacta "empleo". El trabajo es la preocupación axial de la clase media , es el generador de sus privilegios y su tranquilidad.
La segunda causa por la que la gente tiende a pensar en términos polares es la aglutinación. Pero la analizaremos con más calma el día de mañana.