Breve del miércoles : Calderón y las "manos atadas"
Gran revuelo ha causado la iniciativa de independizar de la Secretaría de Hacienda algunos órganos encargados de regular la actividad financiera como la CONSAR, la CNBV , la CNSF y el SAT. Andrés Manuel López Obrador detectó el potencial de esta iniciativa para acarrear agua al molino de su campaña y acusó a los legisladores de querer "amarrarle las manos" cuando acceda a la presidencia de la república. Inmediatamente los medios al servicio del tabasqueño se dedicaron a crear una nueva teoría del complot , aunque no existieran pruebas estadísticas suficientes para convertir en un hecho (antes del inicio formal de la campaña) la victoria de AMLO. Felipe Calderón advirtió sobre los efectos que podría tener la aprobación "fast track" de la iniciativa durante la campaña; se le estarían dando -nuevamente- elementos a López Obrador para trasladar el escenario político hacia la movilización popular y la victimización , donde obtendría buenos dividendos. Este tema puso a prueba la cohesión del PAN en torno a la candidatura de Calderón , así como el verdadero nivel de sus expectativas de triunfo (o derrota). Parece que Acción Nacional salió bien librado del examen al posponer la discusión de la iniciativa y supo apagar a tiempo la chispa que AMLO pretendía convertir en incendio.
Pero cabe preguntar ¿qué tan conveniente es descentralizar estos órganos de rectoría financiera, independientemente de la época en la que se haga la propuesta?. La experiencia con la descentralización ha sido positiva en la historia de la política mexicana, el caso más exitoso es el IFE que dejó de ser el "brazo electoral" del sistema priísta para convertirse en una eficaz institución de prestigio internacional ( sobre todo bajo la gestión de José Woldenberg) . Otro caso es el Banco de México. La "fortaleza" de la moneda era parte del capital político del presidente en turno , por lo que era válido manipular la cotización del peso mexicano sin tomar en cuenta las fuerzas reales del mercado, no importando las consecuencias que ésto pudiera traer en el mediano y largo plazo. Los resultados están a la vista entre 1972 y 1995 la moneda pasó de 12.75 pesos por dólar a cerca de 7000 . Desde la concesión de la autonomía al Banxico la moneda se ha devaluado de 9000 a 11000 unidades por dólar y ha permanecido constante durante todo este sexenio.
Parece que las dependencias públicas trabajan mucho mejor cuando no se "politiza" su actividad y cuando su dirigencia no forma parte de los nichos de poder que el presidente reparte para consolidar su influencia política. ¿Por qué sucede esto? ¿Es este el camino hacia la auténtica reforma del estado? Eso se discutirá en la próxima entrega.
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