El anzuelo
El "acatempan" entre los precandidatos presidenciales del Partido Acción Nacional , plantea una serie de medidas encaminadas supuestamente a la civilidad entre los actores del proceso interno del blanquiazul. Aunque en la superficie se avisoran varias derrotas para el candidato oficial Santiago Creel , un punto en particular puede significar una incómoda zancadilla a su más cercano competidor : Felipe Calderón Hinojosa.
El hecho de que los precandidatos presidenciales del Partido Acción Nacional no estén facultados para contratar directamente espacios en los medios masivos de comunicación , cediendo esa responsabilidad al Comité Ejecutivo Nacional que procurará un reparto equitativo de los fondos para la campaña de cada aspirante, parecía una buena noticia para Felipe Calderón y Alberto Cárdenas quiénes se encontraban en franca desventaja respecto a Santiago Creel que gracias a los precios "de remate" de Televisa pudo inundar las pantallas con promocionales.
Este punto parecería una victoria para el político Michoacano y el auto nombrado "caballo negro" , sin embargo se percibe más como un anzuelo con dedicatoria especial al aspirante Calderón, quien no percibió las claúsulas ocultas en el vientre del gigantesco caballo de madera de las restricciones a la contratación de medios, las cuales comprometen a cada uno de los precandidatos a promover y defender los logros de las administraciones panistas , incluída por supuesto, la encabezada por Vicente Fox.
Al "promover" el gobierno de Fox , Calderón (indirectamente) tendrá que arrojar rosas a los pies de sus adversarios cuya participación en el "gobierno del cambio" es mucho más recordada que la del ex secretario de energía quien practicamente fue echado de la administración pública por adelantar su precampaña. Privado del principal atractivo de su estampa política (la sana distancia con la desilusión del "cambio") parecen insuficientes los recursos de Felipe Calderón para arrancar la candidatura al delfín presidencial.
Sin embargo , en una lectura más profunda, Acción Nacional perdió su línea estratégica más fuerte rumbo al 2006 en el poco redituable afán de llevar al timorato Creel a la contienda presidencial. La necedad de defender los "logros de la administración foxista" son más una política narcisista dictada desde los Pinos que un esfuerzo inteligente por recuperar las posiciones políticas que lo colocan ahora en el tercer lugar de la carrera rumbo a la presidencia. La imagen de Fox naufraga irremediablemente y la única esperanza del blanquiazul es desprenderse de ella y utilizar toda su artillería para evitar el desastre electoral que se avecina en su horizonte. Todo indica, empero, que Manuel Espino está dispuesto a inmolar al PAN para rescatar la memoria del "gobierno del cambio" , una empresa casi imposible y cuyos resultados fueron evidentes en el 2003. Para la militancia sólo queda esperar una profunda reestructura después del 2006 ( ya sin la injerencia presidencial) que los ayude a reencontrarse como opción política en la época posterior al hombre que les entregó su más glorioso momento , pero también los ha sumido en su más profunda verguenza.
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