viernes, septiembre 30, 2005

Genealogía de la política mexicana I (Del sismo al fraude)

El complicado panorama político de nuestro país , no puede ser entendido sin analizar los inéditos eventos de los últimos 20 años, donde la caída del poder del PRI fue más el epílogo que el comienzo de una serie de cambios que transformarían para siempre la configuración del sistema político mexicano.

La sucesión presidencial fue durante mucho tiempo la muestra más fehaciente del poder del presidente en turno sobre el partido y el sistema en general. El gran "tlatoani" se encontraba en la cúspide de la estructura piramidal del PRI que ascendía desde las bases de la CTM y Confederaciones campesinas , pasando por el poder municipal, estatal y el congreso de la unión , terminando en el gabinete , esa camarilla compacta desde donde saldría el siguiente ungido por el todopoderoso jefe del ejecutivo. Existían suficientes montículos de poder como para mantener el equilibrio del sistema y coinciliar entre las ambiciones de sus integrantes, "la dictadura perfecta" , concluirían varios analistas.

El sismo de 1985 sacudió también los cimientos de la dictadura de partido casi intacta después de 50 años. Por un lado el liderazgo de Miguel de la Madrid se vio mermado, ante el descontento popular por la ineficiente respuesta del gobierno federal ante la tragedia y la atención a las demandas de los damnificados, muchos de los cuales lograron organizarse y escapar de la tutela tradicional del PRI. La ciudadanía en general aprovechó estas inéditas células políticas para comenzar a gestar una auténtica oposición al inquebrantable sistema. Muchos vieron al presidente por primera vez sin el halo de santidad impuesto por el aparato gubernamental. Por otra parte, la clase empresarial tampoco aceptaba ya el liderazgo de Los Pinos. Las crisis recurrentes habían despedazado el poder adquisitivo de las grandes masas , provocando el cierre de miles de empresas y la debilidad financiera de otras. La línea populista de Luis Echeverría y José López Portillo había sumido al país en un valle inadecuado para hacer prosperar sus negocios. Manuel J. Clouthier "maquío" , tomó el estandarte de los empresarios y se unió al Partido Acción Nacional , arrastrando con él a ejecutivos y dueños de empresas cuyo poderío económico hacía pensar en la posibilidad real de competir por los más altos escaños de poder.

En este clima de liderazgos débiles y nuevas amenazas llegó el momento de elegir al sucesor del presidente de la Madrid , como es costumbre , el dedo divino del mandatario señalaría al nuevo mesías de la "revolución mexicana". Los dados se cargaron hacia un miembro de su gabinete: Carlos Salinas de Gortari. La designación de Salinas como heredero de la silla sucitó un gran cisma en las propias entrañas del PRI ; Cuauthémoc Cárdenas (hijo de una de los presidentes priístas más legendarios) decidió separarse del seno del tricolor para postularse por la presidencia de la república. Esta maniobra hubiera sido suicida bajo la vieja hegemonía partidista pero (como se mencionó anteriormente) existían ya bases desde donde se podía catapultar una peligrosa oposición al sistema. La candidatura de Cárdenas supo hacer una síntesis de estos esfuerzos aislados y conformar el FND (Frente Nacional Democrático) cuya popularidad colocó en serios aprietos al candidato oficial. Clouthier y Acción Nacional lograron golpear al sistema desde otro flanco e hicieron pensar antes de la elección de 1988 en la posibilidad real de la salida del PRI de los Pinos.

El candidato oficial llegaba contra las cuerdas a los comicios de 1988 , tan es así , que tuvo que echar mano de toda la maquinaria estatal para perpetrar un auténtico crímen electoral en perjuicio de el PAN y FDN, arrebatándole a Cuauthémoc Cárdenas la presidencia de la república ganada legítimamente en las urnas.